La legendaria aventura de Circe aparece por primera vez
en la Odisea de Homero y es popularmente conocida.
Además del relato original, a esta historia se le han dado multitud de usos.
Por ello, trataré dos ejemplos en los que aparece el mito de Circe en dos
ámbitos diferentes: el de la literatura y el de la publicidad.
A continuación, analizaré el poema de Silvia Ugidos, «Circe
esgrime un argumento»:
Si regresas Ulisesencontrarás allí en Ítaca una mujer cobarde:Penélope ojerosaque afanosa y sin saberlole teje y desteje una mortajaal amor. Ella pretendeaferrarse y aferraros a lo eterno.Si regresashacia un destino más infame aúnque este que yo te ofrezcoavanzas si vuelves a su encuentro.Más enemigo del amor y de la vidaque mis venenoses vuestro matrimonio, vil encierro.Quédate Ulises: sé un cerdo
Tras una primera lectura, nos damos cuenta de que el poema
no cuenta el mito. Esto es así porque la autora da por supuesto que todo el
mundo lo conoce. La voz de la pieza está puesto en boca de Circe
–a modo de «monólogo dramático»–, dirigiéndose a Ulises.
–a modo de «monólogo dramático»–, dirigiéndose a Ulises.
A través del título podemos presuponer el contenido
del poema: «Circe esgrime un argumento». Con esto, la autora se refiere a que se va a producir una discusión y el
razonamiento de un argumento por parte de Circe, tratando de convencer a Ulises
de que no regrese a Ítaca.
Pero lo que en realidad hay detrás de este poema es un
cambio de rol en el papel de mujer: en la tradición, la mujer siempre ha sido
tratada por su forma de actuar, correcta o incorrectamente, sin ningún término
medio. En el poema, en cambio, se invierten las tornas: la mujer paciente,
Penélope, es la negativa; y la maga que envenena, Circe, es la positiva
Esta pieza es un
alegato contra el matrimonio tradicional: Circe afirma que volver a la vida
cotidiana es peor que una vida aventurera. A lo largo del poema, la maga da una
serie de razones para que el héroe no vuelva a Ítaca con su amada esposa; por
contraposición, afirma que quedarse junto a ella en aquella isla y dejarse
llevar por la pasión sería mucho mejor para su felicidad.
En el último verso hallamos un elemento
destacado, caricaturesco e irónico: «quédate Ulises: sé un cerdo».
No hay comentarios:
Publicar un comentario